Todo
era muy extraño, a pesar de que no tenía idea de quien era, algo raro me pasó
desde el primer momento en que nuestras miradas se cruzaron.
Cuando
llegue a mi casa, ese mismo día, no paraba de pensar en esa situación y en lo
tímido que había sido. Estaba muy enojado conmigo mismo y en eso se me ocurrió
una idea. Puede sonar bastante absurdo, pero era la única forma que tenía a mi
alcance para localizar a esa persona que me obsesionaba.
Abrí mi
sesión de “Facebook” y puse en el buscador “TEATRO UPLA”, no tenía idea de cómo
se llamaba, así que sólo me fijaba en las fotos de perfil. Así habré estado
varias horas, buscando psicopatemente, pero no tuve suerte. No al menos hasta
casi 2 meses después, cuando de casualidad llegué a las fotos de un amigo, y
entre ellas había una foto donde aparecía, me di cuenta de inmediato quien era,
y ahí estaba son su foto etiquetada. En ese mismo momento, casi sin pensar,
puse “AGREGAR” y ese mismo día me acepto como amigo en su Facebook. Comenzamos
a hablar y empezamos a relacionarnos de a poco.
Yo lo
único que yo quería era que nos juntásemos a conversar y nos pudiésemos
conocer, pero había una gran problema. Dicha persona se encontraba en La
Serena y se
quedaría allá hasta el final de las vacaciones de verano en la casa de sus
papas, mientras que yo estaba en Valparaíso.
Desde
esa tarde chateábamos todos los días, en un principio solo una media hora, hasta
volverse una adicción en la que pasábamos muchas horas al día. Poníamos la
cámara Web, nos enviábamos mensajes y cada vez todo se volvía más especial.
Todos
mis amigos decían que esa situación terminaría mal. Que las relaciones a
distancia y más encima por Internet nunca funcionan. Pero yo seguí y seguí,
porque si existía aunque sea una oportunidad más de volver a vernos algún día,
esta vez no la iba a dejar pasar.
Y así
fue avanzando el tiempo, a veces nos quedábamos hasta tarde escuchando sintonías
de radio mamonas, y nos mandábamos mensajitos por el celular para dedicarnos
canciones.
El 14 de
Febrero fue un día muy especial, el día de los enamorados fue la primera vez
que hablamos por teléfono y escuchamos nuestras voces.
Los días
que vinieron después del terremoto del 27 de febrero fueron desesperantes, los
teléfonos estuvieron sin señal por varios días y el Internet no funcionaba
bien, no tenía forma de saber si se encontraba bien o no.
El 4 de
marzo finalmente fue el gran día, al fin después de tanto esperar nos
conocimos. Nos juntamos en Bellavista a las 17:00 Horas. Ahí estábamos,
puntuales. Nos vimos, nos acercamos despacio, nos miramos fijamente una vez más
y nos abrazamos.
…Continuará??!!