Esta es la historia
de un punto seguido,
que por vivir tanto
tiempo entre ideas semejantes
se fue volviendo
absurdo y aburrido.
Su amor, la coma,
quien no paraba de
enumerar cosas sin parar
vivía su vida rápido
y sin mucho pensar,
pero ahí siempre
estaba su punto seguido
para saber cuándo
frenarlo y cuando dejarlo continuar.
Con ganas de
experimentar, la coma,
un día conoció al
punto y coma,
al que aparentemente
se parecía dentro de sus normas.
Deslumbrado por sus
capacidades,
poco a poco se fue
olvidando del punto seguido
y aunque él trató de
detenerlo,
se vio sobrepasado
por los juegos de palabras que punto y coma podía realizar.
Al estar solo, punto
seguido,
sintió pena de
sólo poder terminar frases cortas
y no aquellas lúdicas
y entretenidas
que formaban junto a
su amor, la coma.
Entonces punto
seguido empezó a buscar un nuevo compañero,
para que juntos,
pudiesen formar párrafos llenos de entretención.
Así fue conociendo
nuevos amigos, como
el signo de
interrogación, pero era demasiado existencialista.
O el signo de
exclamación, quien era demasiado exagerado.
Y por
lo demás ninguno de ellos servía para formar historias
como las que tanto le
gustaban.
Nadie lo hacía sentir
tan feliz como su amada comita,
quien
ahora jugueteaba con punto y coma,
pero no se daban
cuenta que sólo podían jugar
y no construir frases
completas,
además ese punto
siempre estaba encima de la coma.
Cansado de
su búsqueda, punto seguido decidió darle un giro a su vida
y transformarse en un
punto aparte.
Quiso dejar atrás
parte de la historia que estaba contando
y comenzar una nueva
etapa,
pero se dio cuenta
que,
de una u otra forma
las comas, y los
signos
siempre formarían
parte de su vida.
Lo quisiera o no
algún día siempre
habría una coma
entre sus líneas,
por lo que termino
siendo un punto suspensivo,
que representa lo
mismo que el punto final,
pero nunca se sabe si
la historia va a continuar…
…Colorín colorado
¿Esta historia habrá terminado?
muy sabio e inteligente sencillamente haci
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